Se denomina Destination Wedding o bodas de destino cuando la pareja viaja a otra ciudad o país para celebrar el casamiento. También es común que se diga lo mismo del lado del fotógrafo, cuando va a cubrir una boda lejos de su lugar de origen. Cualquiera de las dos cosas es algo muy habitual en otros países, en especial en México, USA o en países de Europa. El año pasado me había tocado una boda destino en Uruguay. El novio era de Inglaterra y la novia de Brasil. Estuvo increíble! pero esta vez el destino fue un poquito más lejos. Junto a Fer Arias, que esta vez se encargó del video, nos fuimos para México. Los primeros días en Monterrey (allí es donde viven) para realizar la e.session, y luego volamos a Guadalajara para finalmente cubrir la boda. Los amigos y por ahi la gente que se daba cuenta que no éramos de allí y cuando les comentábamos que exclusivamente fuimos a cubrir la boda, miraban un poco de forma extraña. Viajar miles de km para cubrir una boda? pensándolo así suena raro. Pero una vez que estábamos ahi realmente no nos parecía para nada raro. Hoy en día y gracias a Internet no hay límites geográficos. Porque no viajar hasta donde sea para sacar fotos y volver? Si es lo mismo que hacerlo localmente. No hay ningún impedimento!. Y claro, muchísimo más motivante.

Lo desconocido da cierto grado de ansiedad y curiosidad. Al ser otras culturas uno no sabe bien que esperarse o que se acostumbra hacer tradicionalmente en ciertos momentos. Con lo cual uno tiene que estar mucho más atento a lo habitual. Muchas semejanzas a las bodas locales, y otras no tanto. Una de las diferencias más notorias y gratas con que me encontré respecto a las costumbres de las bodas fue la sesión de fotos previas a la boda. Julio me empezó a contar más o menos el cronograma de la boda. Primero algunas fotos del preparativo de él. Estábamos alojados en el mismo hotel, con lo que arrancaríamos bien temprano, 7 am. Luego nos iríamos a la casa de Euge para las fotos del preparativo de ella. Una vez finalizado nos iríamos al lugar donde sería la fiesta, para la fotos previas. “que fotos previas?”, dije yo. Las sesión de fotos que se hace antes de la boda, me dijo Julio. Antes de la ceremonia se sacan fotos juntos? wow! que increíble que me sonaba eso!! Me explicó que como nunca hay tiempo para sacarse fotos solo los novios, hace tiempo que se suele hacer una mini sesión de fotos antes de la ceremonia. Ahí están solo los novios y el fotógrafo / video. Sin familiares, ni amigos ni nadie. Solo nosotros para una sesión privada y exclusiva. Media hora, o una hora exclusivamente para fotos y antes de la Boda! Realmente increíble que hayan cambiado las costumbres tradicionales que el novio no vea antes de la ceremonia a la novia, por el tema de las fotos. Y es verdad! acá dificilmente se pueda tener más de 5 o 10 minutos solos con la pareja para sacar fotos. Y siempre es en salón de fiestas que no hay muchas alternativas para sacar fotos más creativas, y los invitados y familiares están mirando o esperando. Entonces suele ser algunas fotos formales para tener de recuerdo y nada más. Pero este no era el caso, y la verdad es un lujo! Ya que se verían antes, le sugería que esa “primera vista” a la novia ya preparada para la boda, que sea un momento especial. Le pedí que nos deje retratar ese primera mirada a Euge con el vestido ya puesto y preparada para la Ceremonia. Así que nos esperó a espaldas y cuando estábamos listos se dio vuelta para verla a ella. Es increíble esas primeras miradas. Que afortunados de poder estar en ese momento tan íntimo para retratarlo, y que ellos puedan revivirlo para siempre.

La ceremonia también era algo diferente. Euge ya estaba en el auto, en la puerta de la Iglesia. O sea, ya todos más o menos la podía ver. La entrada también era diferente. Entraron como en procesión, Julio y la madre, y luego los padrinos y todos los que intervendrían de alguna forma en la ceremonia. Uno atrás del otro, encabezado por el padre, y unos pasos más atrás Euge con el papá. La ceremonia en sí fue muy emotiva. Más larga que las que suelen ser acá, y con más ritos tradicionales. Más allá del intercambio de anillos, tambien estaba el “lazo?” que los uniría, las monedas (o no se como le decían), y algunas otras tradiciones más. Genial para las fotos, claro. Y por último, la diferencia con la fiestas locales era que tocaba una banda. Al principio que era una banda que tocaba un par de horas, pero no. La banda en sí era la encargada de musicalizar la fiesta. Sin DJ, solo la banda tocando toda la fiesta. Con bailarinas ambientando todo.

Y sí, fue genial! Otra experiencia increíble. Una fortuna haberme cruzado con dos personas tan puras e increíblemente buenas y agradecidas. Lástima que estén tan lejos porque uno se queda con ganas de volver a verlos. Al fin y al cabo, estuvimos una semana entera con Euge y Julio. Y no cualquier semana, una de las más importante de ellos. Nos trataron como familiares, como amigos de toda la vida.

Muchísimas gracias Euge y Julio por haberme permitido entrar en sus vidas y darme la oportunidad de retratar la boda!! Muchísimas felicidades y sin dudas nos volveremos a ver!!!

Iglesia: San Antonio María Claret
Salón: La Casa de los Abanicos